Elegí tu cuerpo
y al sentir
el amor, el
gozo y la alegría,
que sentías hacia mí…
cuando me
soñabas, imaginabas,
me llamabas y
pensabas en un
nombre para
darme…
decidí
entonces, hacer mi nido
en tu hermoso
vientre.
Tu cuerpo fue
cambiando,
poco a poco,
confirmaste
mi presencia en
ti y un
brillo especial
te cubrió
para celebrar
tu bella
y nueva misión.
Empezaste a
preparar
mi llegada con
ilusión,
expectativa,
ciertos temores,
fe y gratitud.
Tus seres queridos,
amigas y el
mismo universo,
celebraron mi
nacimiento y
sentí un baño
de amor.
Tus rasgos, tu
belleza,
tu grandeza, tu
bondad…
se han grabado
en mi ser.
Me regalaste la
vida,
con valentía me
trajiste al mundo
y por eso hoy
me inclino
ante ti, para
manifestar
mi total
gratitud,
por darme la
oportunidad
de abrazar la
vida y
ayudarme a
dejar mis
propias huellas
en el camino.
¡GRACIAS MAMÁ!
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