Fui llamada a la vida a realizar
una
misión alegre, bañada de
servicio,
entrega renovada, amor
incondicional
y creatividad.
Siguiendo la voz del corazón,
me hice Maestra…
Hoy quiero hacer un homenaje
a todas las educandas que
dejaron
una huella en mi alma.
Gracias por cada sonrisa, por
cada
saludo, por cada esfuerzo…
Gracias por abrirme su corazón y
confiarme sus dudas, sus crisis,
sus logros, sus triunfos…
Gracias por cada lágrima, por
cada
sonrisa, por cada abrazo, por
cada
mirada de complicidad…
Gracias por preguntar, por
cuestionar,
por crear, por hacer nuevas
propuestas,
por abrir nuevos caminos…
Gracias por hacerme crecer como
mujer,
como profesional…
Gracias por compartirme de su
sabiduría,
de su gozo por la vida…
Gracias por la diversidad de
opiniones,
de sentimientos, de análisis,
de puntos de vista…
Gracias por sembrar en mi
interior
un profundo amor a mi misión
de Educadora. Cada una fue en su
momento un precioso faro
que hizo que mis días y mi
entrega fuese brillante, gracias
a su luz.
En la distancia las abrazo y
gozo
ante sus logros, ante sus
triunfos…
sigan colocando a diario los
escalones necesarios para
alcanzar sus sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario